Archivo de julio de 2009

cuidado con la bocaza

con las tias…

y es que no sería la primera vez que uno mete la pata sin querer, por ejemplo, quedar con una churri el fin de semana en la casa de sus padres aprovechando que se van, y emocionado mandarle un SMS a tu mejor amigo diciéndole que al fin vas a mojar… para quedarte a cuadros cuando lees en la pantalla «mensaje para BEA enviado correctamente».

Aunque de estos resbalones no se libran tampoco ellas, como cuando te miran con cara de chiste y te dicen «¿y en el cole no se burlaban de ti por el tamaño del pene?»… suerte que siempre puedes contraatacar con un sutil «nena, esta noche estás de suerte, me encantan las tetas pequeñas».

con la familia…

La familia también es una gran fuente de meteduras de pata y futuras frustraciones, como cuando pasas cerca de una pareja que se está dando el lote y piensas «joer, que buena está la tía… y resulta que la tia es tu hermana» o cuando hablando del carné de conducir, un primo pregunta si es difícil sacárselo, y tu, que lo acabas de aprobar, antes de que puedas contestar oyes a tu madre soltar «tranquilo, si este ha podido sacárselo, a ti no te costará nada».

con la tecnología…

Como cuando se discute sobre Sistemas Operativos y apuestas con un colega 50 leuros a que no es capaz de hacerse una manuelilla en menos tiempo que arranca Windows Vista… pierdes la pasta y encima presencias un momento que te atormentará el resto de tu vida (para colmo de males, a él pareció no molestarle mi presencia).

por ser educado/a…

Como cuando reunes el valor necesario para sentarte junto a la churri que te gusta en el bus, ella acto seguido se levanta para cederle cortesmente el sitio a una anciana, y te pegas el resto del trayecto oyendo hablar de los nietos, de lo cara que está la vida y de la mala educación de los jóvenes del barrio.

por el careto…

Y es que un día mientras te tomas una copa con amigos, se te acerca una tia imponente y te empieza a dar palique… al rato ves a tus colegas dándose el lote y piensas «bueno, por lo menos yo mantengo una madura y trascendental conversación con posibilidades de…», y unos días después, escuchando al monologuista del Club de la Comedia oyes aquello de «siempre hay que entretener al amigo feo».

Enfins, sea como fuere, lo importante en relación a las meteduras de pata, es no perder los nervios y procurar compensar a la otra persona para que comprenda que no existía mala intención.

tarta_herpes

Inspirado en las rocambolescas historias de ascodevida, sin perder de vista que la ficción jamás superará en horror a la cruda realidad.

esos adorables dibus

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