algo se quema
Hoy olía a chamusquina, y no, no he sido yo… tampoco ninguno de los compis, pese a las caras largas y los nervios previos al examen de mañana… simplemente un coche más en la larga lista de las mecánicas que mueren justo frente a la Escuela víctimas del cansancio (en mi caso, tres veces justo ahí) .
Desde que me propuse disfrutar la carrera, del día a día, sin dejar que la fijación por la meta final me distraiga del disfrute del camino, he conseguido grandes progresos; no puedo evitar la sudoración de las manos en el examen, ni la mirada huidiza, ni el sentimiento de que te la juegas cada vez que alguien dice «bueno señores, silencio desde este momento»… pero hoy, a unas horas de ese momento, estoy tranquilo… que siga así.