la sesuda reflexión de un miércoles cualquiera
la mayoría de nosotros se cree en el derecho de tener que recibir de los demás y de que éstos cubran nuestras necesidades (particularmente las afectivas), pero la grandeza de las cosas está en que cuando realmente lo necesitamos, y aunque no lo pidamos… siempre haya alguien ahí, dispuesto a jugarse lo que sea por nosotros…
… aunque hoy quizás la magia está en que ésta se obre a través de un perro.
Corolario: Para decir yo te amo, primero hay que saber decir YO… y eso lleva su tiempo.