fin de la rotación
30 de abril de 2009
y ahora viernes y lunes festivos, así que haciendo acopio de las pocas ganas que quedan, toca estudiar para Materno Infantil y Salud Pública, a la espera de las notas del examen de Ciencias de la Conducta de ayer.
Las chuches con las que hemos agradecido al servicio la acogida, han corrido a cargo de una auxiliar de otra planta, famosa en la casa por sus bizcochones y croquetas, así que he pensado que en vez de gastarme los cuartos en una dulcería, no estaría mal darle una oportunidad, y no me he equivocado… bueno, un poco sí, encargué dos bizcochones y un kilo de croquetas que dicen por ahí, son canela fina… así que cuando me dispuse esta mañana a zamparme una de ellas, casi me caigo de culo al verlas ahí tan blanquitas y CRUDAS… ¿cómo no se me ocurriría que la buena mujer no se pondría a freirlas a las 6 de la mañana para que yo pudiera disfrutarlas en el desayuno?… enfins, creo que el cachondeillo de las croquetas me perseguirá durante muuuucho tiempo (ese ese, ese es el de las croquetas)… dita sea, así se cimenta la leyenda.
Hoy, entre el medio centenar de spam habitual de mi correo electrónico, me he encontrado con una de esas perlas que te hacen sentirte bien, es el correo del enfermero de un Centro de Salud de Huelva, que me pide que le incluya entre los enlaces una web creada y financiada íntegramente por el equipo asistencial… ¿cómo podría negarme?… es tan sencillo dejarse llevar por la sensación de que todo el mundo va a lo suyo, que la balanza siempre se inclina a favor de los que únicamente velan por sus propios intereses… que cositas como estas vuelven a poner la cuenta en positivo.
La canción de hoy es un asco, pero el título me va bien, y yo tengo la mente abierta… no tiene letra, y su título es algo así como «el centro de la croqueta», me pregunto si la inspiró una croqueta centrada, si expresa el sufrimiento de la croqueta (como la mia, al no ser devorada por no haber sido freida con anterioridad), si es un canto a la adultez de la croqueta… juzgad por vosotros mismos, pero antes beberos la mitad del mueble bar, quizás sirva de ayuda.