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como cada mañana
Muchas nubes, pero ahí estaba, perfilando en el horizonte a la isla de enfrente; como cada mañana, un bonito espectáculo que te llena de energía.
Ayer forcé mi sistema anaerobio y hoy tengo unas agujetas importantes, me duele el pecho, me duelen los brazos, me duele la barriguilla…., en mayor o menor medida, me duele todo, está claro, a los 40 las fibras sensitivas amielínicas funcionan a la perfección ¡dichoso ácido láctico!
carta (I)
Quizás es por el tiempo, sin sol, ventoso, frío, pero hoy no he sido buena compañía, te he añorado como nunca.
Me preguntas cómo es posible que me quieras tanto sin conocerme, yo me pregunto cómo es posible añorar tu presencia sin haberte visto. Estoy huérfano de tu persona, de tu piel, de tus caricias, de tus susurros… y es cruel, porque no puedo encontrar consuelo tan siquiera rebuscando entre los recuerdos.
Te juro que antes me replegaba en mi mismo y acallaba hasta los instintos más primarios, pero ahora me resulta imposible; me has despertado como quien antes rechazaba la comida, y al bajarle la fiebre, tiene un hambre feroz. Me dices que no le diga a quien tenga enfrente lo que te diría a ti… si lo hiciera, no dormiría solo esta noche…, si por un instante te imaginara delante y hablase, se que no dormiría solo esta noche, pero vuelvo a la realidad y esa persona no eres tú, en un parpadeo incrédulo has desaparecido y no estás, aunque te sigo sintiendo muy dentro, así que me trago dolorosamente las palabras, y sigo añorando el roce de una piel, sabiendo que estoy preso, que solo podré saciarme en ti.
A veces me da miedo que pueda hacerme transparente y alguien detecte la urgencia de mi deseo, la falta del otro, la necesidad de una caricia… por eso, temprano, me repliego hacia el cuarto, ya no estoy para un último café con el que celebrar que aún es domingo, solo quiero que el sueño me libere, y le arañe unas horas al tiempo que me resta para verte.
Si hoy estuvieras conmigo, sólo te querría para mi.
un sábado aprovechado
… cuando te levantas temprano, ansioso por que te lleven el desayuno a la cama…
Hoy ha tocado comprar; mis compras son fugaces y poco nutritivas, agua, geles, champú, espuma de afeitar, maquinillas y 3 paquetes de papel para la impresora -a este paso, durante la carrera seré culpable de la tala de un bosque yo solito -. Me acompaña en la visita al centro comercial mi inseparable mp3, así que he paseado sin oír el bullicio de la gente, lo que ha resultado interesante, era como ver una película sin sonido; he robado mil gestos, sonrisas, carreras y agobios, añadiéndoles mi propia banda sonora.
Luego, un amiguete y yo nos hemos ido a tomar un cafelillo a La Punta, donde el mal tiempo que nos acompaña desde hace unos días, ofreció un espectáculo de olas que merecían algo más que una mala foto con la cámara del móvil… la visita terminó cuando logré abrir 4 ó 5 veces una cerradura con las nuevas ganzúas de mi amigo (tengo amigos de lo más raro, lo se), pero quiero ser un enfermero todo terreno, y si hay que aprender a abrir cerraduras, pues se aprende, nunca se sabe…
… al final no ha habido desayuno en la cama, y con una despensa tan vacía, me está entrando mucha hambre, creo que hoy sería capaz de comerte…
Love Actually -la peli-
Me encanta esta película desde que me la descubrió alguien muy especial.
La vida sentimental de todos los protagonistas, los cuales ni se conocen entre ellos, va desenredándose y enredándose de una manera mágica durante toda la peli, hasta que en un momento dado, justo en esta escena, por una u otra razón, todos están presentes en una fiesta navideña cualquiera, de un colegio cualquiera.
La magia está en que todas las historias son tan diferentes, pero a la vez tan especiales, que te hace reflexionar sobre lo atrevido que resulta juzgar, y lo limitado que es aquel que vive con prejuicios…
lléveme a casa
Hoy he ido y vuelto en taxi a clase; viajar detrás, con los cascos puestos para no oír la música del otro, y la cabeza reposando ligeramente ladeada, te da una perspectiva diferente del paisaje. Ha sido bueno no tener que mantener una cortés y estéril conversación, ha sido bueno conseguir el ángulo adecuado para no cruzar ni una mirada por el retrovisor, era solo yo, cruzando la ciudad hasta llegar a casa. Ha sido bueno darle esquinazo al pelma del portero, que siempre sabe de mis idas y venidas por el ruido que hace la puerta del garaje comunitario y que, he llegado a la conclusión, no engrasa para caer sobre mi con las excusas más peregrinas.
Sería bonito coger el taxi y decirle «lléveme a casa», y que me conduzca por otros paisajes hasta cualquier rincón, solamente cambiar, no saber… y disfrutar el camino.
Ha llegado el momento de reservar una horita o dos para el gimnasio de nuevo… me siento peleón…
carta (II)
Hoy detengo mi particular cuenta atrás, y fuera las primeras lluvias se han convertido en un espectáculo de truenos y relámpagos, son las 23:31 y hay tormenta en el paraíso.
Como cada noche, mi último pensamiento vuela hacia ti ligero, no pueden detenerlo ni los elementos. Soñaré que, para que nunca puedan ser borradas, escribo un «Te amo» sobre una pizarra blanca… con letras de fuego.
yo invito a esta ronda
para los que esperan vacaciones
para los que trabajarán en vacaciones
para los que tienen un amor y buscan un regalo ideal
para los que tienen un amante, y no les llega para dos regalos
para los centros comerciales
para el que vende castañas calentitas en la avenida
para el que se atragantará con los polvorones
para el polvorón
para los que lloran al que falta
para el que encuentra al que busca
para ti… y para mi… aunque no te gusten las navidades…