muy cansado para…
…algo más que un chiste malo de los mios.
Juicio en un pequeño pueblo del sur profundo de los EEUU… el fiscal llama a su primer testigo a la tribuna, una anciana que se toma su tiempo hasta sentarse entre juramentos en el banquillo…
Se acerca a ella con esa falsa afabilidad característica de los letrados y le pregunta: “Señora Jones, ¿me conoce?”.
Ella le lanza una mirada seria por encima de las gruesas gafas de pasta y responde: “¿Por qué me preguntas eso?, claro que te conozco Tedd Williams, te conozco desde que eras un niño y, francamente, has sido una gran decepción para mí. Mientes, engañas a tu esposa, manipulas a la gente y hablas de ellos a sus espaldas. Sí, se quién eres condenado bribón”.
El fiscal se queda atónito. No sabiendo qué hacer, señala a través de la habitación y le pregunta: “Señora Jones, ¿conoce usted al abogado defensor?”.
Ella se gira un poco con gesto serio y responde de nuevo: “Conozco al chico de los Bradley desde que era un niño y metía sus sucias manos todos los viernes en la tarta de manzana que yo dejaba enfriando en la ventana de la cocina ¡espero que arda en el infierno por ello!… es vago, intolerante y tiene problemas con la bebida. Es incapaz de relacionarse con nadie y su despacho es uno de los peores en todo el estado, sin mencionar que engañó a su esposa con tres mujeres diferentes, una de ellas la tuya. ¡Por todos los demonios, claro que le conozco!.
El abogado de la defensa casi se muere.
El juez llama entonces a ambos letrados para que se acerquen al estrado y, en voz muy baja, les dice: “Si cualquiera de vosotros, idiotas, le pregunta si me conoce, os mando a la silla eléctrica”.