23 días
Tras dormir dos horas, ha tocado levantarse temprano para seguir organizando cosas; creo que nunca he estado hablando tanto tiempo por teléfono como hoy.
Jamás pensé que una obra llevara tanto trabajo, pero los actores cumplen y, de alguna manera, cuando creo que me encuentro en un callejón sin salida, suena el teléfono, y una voz amiga, o el amigo de un amigo se pone en contacto conmigo justo a tiempo para que alguien se ofrezca a salvar el obstáculo.
Realmente estoy conmovido, no esperaba que la gente reaccionase así, pero lo cierto es que el miedo escénico, que siempre está presente, va cediendo y me voy sintiendo como entre algodones… protegido.
De alguna manera que no puedo explicar, creo que todo va a salir bien.
Edito: las 4:29 de la madrugada y sin una pizca de sueño… mañana hoy, promete.