olisqueando aires de libertad
Bueno bueno bueno, casi no me lo puedo creer, acabo de hacer el último examen pre-vacaciones, y según mis impresiones, también está superado… repasemos mentalmente lo que resta hasta el viernes… planes de cuidados (un par de horas para pulirlos y los termino)… fichas de farma (ya las tengo terminadas y revisadas) ehmmmm ¡pues nada más!, ¿será posible que tenga todas las navidades para hacer… NADA?
Enfins, la tarta que se llevó hoy a la planta a modo de despedida, estaba buena, aunque no pregunté (ni preguntaré) quién se comió el único bombón que la adornaba… supongo que hay cosas que mejor dejarlas así, entre grandes puntos suspensivos (…)
y como tengo tiempo, y como soy… viejo un antiguo, y como tengo ganas de tirar de remember, una de esas cartas que en tiempos la gente escribía a cierto personaje con ínfulas y algo prepotente, pero que daba sabios consejos de esos que, como son gratis, o los tomas o los dejas… dice así:
DE: Sor Citroën
PARA: Replicante
ASUNTO: Agnes de Dios
Despreciable replicante:
Siendo como veo usted una persona de conocimiento, templanza y elegancia en el verbo, sin duda tendrá a bien respondernos una cuestión que nos tiene, a todas las hermanas, revolucionadas en el convento. Después de morir el anterior abate, a quien Dios tenga en su gloria, y que dejo en estado de buena esperanza a tres hermanas (que actualmente regentan una casa de lenocinio) y del fugaz paso de Monseñor Chesa, a quien Dios confunda, y que era a todas luces invertido. El actual abate que es muy viejo en el oficio, solo aprueba accedernos anal y bucalmente para evitar males mayores. La piadosa hermana Teresa, nos ha informado que la ingesta de su esperma, puede pasar a través del tracto digestivo hasta la orina y después, accidentalmente, puede introducirse nuevamente en el interior del cuerpo provocando un embarazo. ¿Es eso cierto? En caso afirmativo, ¿Puede de esta manera resolverse el misterio de la Inmaculada Concepción?
Agradeciéndole de antemano su respuesta, suya siempre.
Sor Citroën.
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Hermana, no diga usted sandeces. Ustedes pueden tragar todo el esperma que sea menester sin temor a quedar encintas. Los espermatozoides no sobrevivirán en el caldo gástrico, ni la temperatura de treinta y seis grados y medio que hay en condiciones normales en el interior de un cuerpo humano es la más conveniente para que coronen su misión con éxito. Es por esta razón que los testículos penden como badajos. Por otra parte, me parece una atrocidad lo que han hecho con las hermanas repudiadas, siendo estas, como intuyo, mujeres de gran vocación. Confío no reincidan en tamaña tropelía si, Dios no lo permita, vuelve el infortunio a cebarse con su comunidad. Un hábito huelga lo suficientemente para disimular nueve meses de gestación. Un parto puede coincidir con el coro de maitines, con el de nona o con el de tercia. Aproveche las ventajas de vivir en un convento, siempre hay un coro oportunamente programado para permitir el desarrollo de determinados acontecimientos con la discreción que estos requieren. Piense además que un recién nacido proporciona una excelente manteca que, combinada con anís y almendras, redoblará la reputación que durante siglos ha acompañado a sus polvorones extramuros.
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