24 de diciembre de 2008
Me voy al cine, no han sido suficientes dos pelis como para quitarme el mono, y además, hoy puede ser divertido por varias razones:
- Alguien como yo, al que le gusta observar a la gente, puede encontrar un enorme placer en hacerlo en la única sesión de las 6:10 de un 24 de diciembre.
- … por una vez, creo que todos los asistentes se mirarán entre si preguntándose qué lleva a cada uno a ir a una sala en día tan señalado.
- Si hay poca gente, pasaré junto a los mostradores de las palomitas y me acercaré a uno, hasta que alguien se disponga a atenderme, y entonces me iré a otro, para que todos mantengan el nivel de alerta.
- ¡Con suerte igual tengo el cine para mi solo! ojs ojs ojssssssssssss
además, antes de considerar el alcance de mi decisión, intenté contactar con dos amigos; el uno me ha dicho que «no puedo seguir tu ritmo de vida, no me alcanza el presupuesto», el otro directamente no me ha cogido el teléfono (así que imagino que me quiso decir lo mismo, pero con más sutileza)… pero ahora que lo pienso, el verdadero placer está en ir solo -únicamente por ser hoy-.
(tragaos a la odiosa rana, que nadie os manda visitar el blog) ¬¬