snif

ya va tocando tener cosas bonitas que contar, porque hoy sigo en la misma tónica de mala racha de ayer… esta mañana, como tenía que hacer cosas, en vez de ir a clase en taxi, llevé el coche, así que al volver a casa, con la autopista mojada, el coche me hace un extraño en la tristemente famosa curva de la Pepsicola… menos mal que el coche es de reacciones nobles y logré, con los huevos de corbata, que continuara en una trayectoria normal… y aún recuperándome del susto, me llaman por teléfono para decirme que ojo con el coche, que todos los aparcados por fuera de la biblioteca central, donde había estado sacando un libro, habían sido saboteados por algún niñato… y efectiviwonder, un neumático pinchado… enfins, podría haber sido peor. Estoy tan harto, que neumático pinchado o no, llego hasta mi casa (mi coche no tiene rueda de repuesto, es así de moderno).

En cuanto asomo el morro por el garaje, llega el portero del edificio al trote, para devolverme la llave, ya que esta mañana se la dejé para que le abriera al albañil del seguro que tenía que poner gotelé en el techo del baño que se me había mojado… pero puñetas, dejó la mitad del trabajo por hacer, entre otras cosas, un plafón sin arreglar y la pared sin pintar… llamada al albañil y el tipo se me hace el loco… se me sube la bilirrubina poco a poco, el tío lo nota, después de 10 minutos de bronca… promete volver el martes y rematar el trabajo… miro al portero, él me mira a mi, da un paso atrás y lanza un rápido vistazo a la puerta como si esperara tener que salir pitando en cualquier momento… no espera mi reacción, saco un billete de 100 euracos y le pido que resuelva lo del pinchazo a cambio de una propi (hay que comprar un neumático nuevo, y me consta que le hace algunos recadillos a los vecinos para sacarse un sobresueldito), al hombre le brillan los ojos, pero duda… muevo impaciente el billete ante sus narices, lo pilla y se marcha prometiendo resolverlo el sábado, pero sin darme la espalda.

Una personalidad autorreferente se centraría en cómo le afecta la situación y activaría sus respuestas fisiológicas ante el estrés, sin lograr una respuesta eficaz que resolviera el problema… un negativista directamente negaría la existencia del problema, por lo que ni se activaría (ni el neumático ni el plafón ni la pared se arreglarían solos), así que de alguna manera, sigo siendo autoeficaz, analizo la situación, me cago en la mother que me parió, pero doy gracias a que la mayor parte de los problemas que nos amargan la existencia se resuelven con dinero… los otros problemas son más jodidos, y afortunadamente, no los tengo, así que todo lo cerebral y racionalmente que puedo, e incapaz por formación y convicción de ser supersticioso… TOCO MADERA.

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