aprender a caminar
Aprender a caminar por la vida es como dar los primeros pasos cuando se es un bebé, casi siempre son vacilantes, molesta, en ocasiones duele… y dan ganas de tumbarse y llorar para que te cojan en brazos.
Tanto la experiencia como las películas con moralina, te enseñan que cuando has de enfrentarte a una decisión difícil, generalmente el camino correcto no es siempre el más fácil, ni el más transitable, ni necesariamente el más directo… cuando comprendes eso, es que has madurado, pero a diferencia de las películas con moralina, lo que nadie te dice es que ahora te toca recorrer ese camino, que dudarás, pero pese a todo… emprendes la marcha, aunque sabes que pronto tus pies dolerán, vacilarás, y en ocasiones, te gustaría que te cogiesen en brazos… en ese momento has aprendido a transitar por la vida y te has ganado el derecho a llamarte «hombre».
«La soledad es un buen lugar para visitar, pero un mal lugar para quedarse» (El Replicante Dixit)