se ha torcido la cosa
y eso que nada hacía presagiar que justo antes de irme a la cama, pudiera sufrir un accidente… pero ocurrió.
Andaba yo descalzo y pensando en mis cosas, cuando sencillamente se me olvidó caminar (ya se sabe, coordinar respuestas sensitivas y motoras que dan como resultado elevar el pie, adelantarlo y volver a recuperar tu eje de equilibrio), así que por un momento, el pie derecho hizo una hiperflexión plantar anatómicamente imposible, que tuvo como resultado una explosión de galaxias luminosas en mi cabeza que casi se saldan con un desmayo, y si con quince minutos de temblores generalizados, algunas maldiciones, y dos bolsas de hielo durante toda una larga noche de insomnio.
He tenido miedo de no poder caminar por la mañana o peor, de haberme roto algo, pero la sola idea de perder prácticas, se me antoja inasumible, así que renqueando como he podido, he cumplido… y si alguna profesora de prácticas hubiera puesto en duda mi capacidad funcional, juro que hubiera saltado a la pata coja sobre la pezuña dolorida, o desfilado al paso de la oca con aire marcial.
El resto de mis impresiones y pensamientos me los guardo para mi.