Archivo de la categoría ‘Reflexiones’
in-out
IN:
- Ver los ojos de una mujer a la que, tras consultar el resultado de anatomía patológica, le dices «su prueba del ganglio centinela ha dado negativa».
- Descubrir que la paciente que el primer día rechazaba tu presencia cuando se le hacía la cura de su mastectomía, y lloraba solo con la idea de descubrirse el camisón… hoy ha salido por primera vez de la habitación, y mira radiante a su marido en el rincón más soleado de la salita de visitas.
- Ver el control más lleno de gente de lo habitual y de repente pensar… soy parte de todo esto.
OUT:
- Preguntarle al miembro de un conocido SindicATo de enfermería Si por casualidad tiEne una cinta para colgar las tijeras, y que te responda «vuelve cuando termines la carrera» (lamentable, pero cierto… -espérame sentada, añado…-).
- Que aún quede gente que no defienda el cuerpo de conocimientos propio de la Enfermería, y que tras un acertado comentario sobre algo, termine bajando el tono de voz, hasta que la última frase sea apenas audible «…. o eso creo… aunque qué voy a saber yo….» (disponemos de amplios conocimientos en anatomía, fisiología y farmacología, entre otros, en los que sustentarnos).
- Que esta semana una compi, encontrara en su bocadillo de la cafetería, o más bien, íntimamente unido a él, un ser de seis patas, cuyo nombre viene etimológicamente de cuca (pene) y racha (período breve de fortuna o desgracia).
Y ahora deja que un dedo recorra despacio tu espalda y te arranque un escalofrío
el amor no es un sentimiento, es una actitud
Esta es la frase de hoy que me ha chocado.
Cuando la etapa más crítica en la vida de una persona (niñez, adolescencia) se puede resumir en dos palabras como «una mierda«, cuando uno siempre encuentra el «no» por respuesta, y cuando llega el momento en el que ya ni siquiera «espera nada«, llega el momento en el que no enfrentas los conflictos, y tiendes a poner tierra de por medio.
Si el amor, como dice la frase, es una actitud, puedes tener el sentimiento, pero el sentimiento, como una semilla, no germina por si solo… a falta de tierra (actitud), no hay raíces que lo sustenten, y está abocado al fracaso.
Cawenlosguionistas e inventores de frases… bonita forma de tocarle a uno la moral a 48 horas de un examen.
increible pero cierto
Andaba yo esta mañana tomando constantes, cuando escucho la siguiente noticia en la tele de una de las pacientes….
«Una clínica privada suprime a sus enfermeras un complemento salarial por negarse a llevar un uniforme que vulnera la Ley de Igualdad»
Al parecer la clínica «San Rafael» de Cádiz, ha retirado a una decena de sus empleadas el plus de productividad por no acudir al trabajo con el uniforme diseñado para el personal femenino, y que según ellas, «se compone de una falda, cada vez más corta, y un escote, cada vez más pronunciado, que nos hace sentimos como objetos decorativos. A la hora de trabajar no tenemos libertad de movimientos, no podemos agacharnos para atender a los pacientes que están encamados, o tenemos que exponer nuestro cuerpo para hacer nuestro trabajo». Las empleadas cuestionan también que como castigo se les retire un plus salarial cuyo concepto nada tiene que ver con el vestuario.
Se da la circunstancia de que dicha clínica pertenece al grupo «Clínicas Pascual», que cuenta con hasta seis clínicas prestando sus servicios de manera concertada con la Junta de Andalucía.
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Resulta complicado redactar una opinión personal, habida cuenta de la tradicional explotación sexual que del rol de la enfermera, se hace desde múltiples frentes, con la connivencia muchas veces descarada, hasta de los mismos profesionales masculinos que forman parte de los equipos asistenciales (las malas costumbres se resisten a desaparecer).
Sin que quepa la más mínima duda de que el que suscribe es un rendido admirador de la belleza en general, y de la femenina en particular, declaro que al margen de edades, complexiones, índices de masa corporal o atuendos más o menos ceñidos, no he visto mayor belleza entre la multitud de féminas que me rodean cada día, que su revoloteo incansable de habitación en habitación, tratando a cada paciente por su nombre, consolando a los unos, medicando a los otros, ayudándoles a superar cualquier necesidad -por muy compleja que fuera (y mira que las hay complejas)-… y siempre con la mejor disposición, siempre con una palabra amable, sin ahorrar ni un ápice de humanidad.
Mujeres jóvenes, mujeres mayores, mujeres con pies de acero, que no paran, que tienen mil manos y una más, mujeres de memoria prodigiosa, mujeres que hablan al vuelo entre carrera y carrera por el pasillo, que se ayudan, que se coordinan como una maquinaria perfecta, mujeres que se juegan la salud cada día, tanto por el nivel de estrés, como por las patologías de sus pacientes… sin una queja, orgullosas, sabedoras de que con su labor se ganan cada día entre los usuarios el lugar que les corresponde, ni a la sombra de nadie, ni como objetos de deseo de portada de revista.
Si, soy un rendido admirador de la belleza femenina… porque la belleza femenina es mucho más que un culo y unas tetas… ahora solo falta que algunos tomen nota.
Hay mil y una formas de perpetuar los prejuicios sexistas, y a las multinacionales, debería darles vergüenza aplicar un doble rasero, en Europa políticamente correctos, en otros continentes, desmarcándose con cosas como estas… lo dicho, cuesta mucho abandonar las malas costumbres.
44 razones por las que estudio enfermería (en constante actualización)
1º) Porque dormir menos es vivir más.
2º) Porque la vida son 4 días y a mi me sobran 3.
3º) Porque no sabía qué hacer con mi tiempo libre.
4º) Porque practicar el parapente, llevar la moto por encima de los 250Km/h y depilarme el pecho con cera caliente ya me aburría.
5º) Porque me encantan las fiestas de la universidad… y ahora las puedo disfrutar incluso a los 40.
6º) Porque fue una revelación y me sabía mal no hacerle caso.
7º) Porque estoy más loco que la mayoría, y quería demostrarlo.
8º) Porque me gusta aprobar un parcial, presentar un trabajo, hacer la exposición oral, diseñar un portafolio, realizar los planes de cuidados, preparar una charla de educación para la salud y reservar una silla en la biblioteca con mi nombre… y aún así irme a la convocatoria especial de diciembre.
9º) Porque quería exámenes que me quitaran el hipo, y encontré exámenes que te quitan hasta lo bailao.
10º) Porque vaya por donde vaya sólo veo virus, bacterias y parásitos (que NO son lo mismo…).
11º) Porque he aprendido a mirar a las personas de otra manera (ahora toda la gente me parece que está loca).
12º) Porque en un turno de noche dicen que puedes tener sexo salvaje, y no como ahora, que no me reproduzco ni por esporas.
13º) Porque soy masoquista, y me gusta que los familiares de los enfermos me falten al respeto.
14º) Porque después de las prácticas seguro que me haré alérgico al látex (¡¡¡!!!!).
15º) Porque mola desayunar cuando los demás comen, comer cuando cenan y cenar mientras duermen.
16º) Porque necesitaba saber cuánto café y bocadillos de la cafetería de personal soy capaz de soportar sin acabar con una úlcera.
17º) Porque nadie sabrá nunca en qué turno trabajas por más que intentes explicar tu cuadrante.
18º) Porque es interesante ir de vacaciones cuando nadie más puede, y además tener dinero para hacerlo (lo complicado es encontrar con quién).
19º) Porque mis ojos brillan de una forma diferente cuando veo las venas de mis amigos y pienso… ahí cogería un 18 sin problemas.
20º) Porque si ahora alguna chica me pilla mirándole el escote, siempre le puedo decir que mis primeras prácticas fueron en ginecología oncológica, y que si quiere, le puedo enseñar a autoexplorarse las mamas
21º) Porque volver a casa después de sacar a alguien de una parada cardiorrespiratoria, es más emocionante que volver tras haber completado una hoja de cálculo en Excel.
22º) Porque la ropa interior blanca me sienta ideal de la muerte.
23º) Porque conozco enfermedades que no salen ni en «Urgencias», «Hospital central», «House», «Anatomia de Grey» o «Expediente X».
24º) Porque me niego a comprar todos los productos para ponerme en forma que me venden a las 4 de la mañana… a excepción del masajeador de pies, que me iría de perlas.
25º) Porque he sacado cosas de agujeros insospechados.
26º) Porque los pacientes me lo agradecerán siempre… o no.
27º) Porque el hospital es un «gran hermano», una «casa de tu vida», un «aventuras en África», una «granja de famosos» y un «supervivientes», todo en uno.
28º) Porque una vez leí que si estás 72 horas sin dormir te mueres, y me apetecía comprobarlo.
29º) Porque en ninguna otra cafetería de la universidad te van preparando la comanda antes de que te hayas sentado.
30º) Porque abrir paquetes estériles, es una de las ilusiones de mi vida.
31º) Porque la falta de recursos aumenta mi creatividad.
32º) Porque es emocionante tener objetos punzantes en las manos, y más aún, no pincharte con ellos.
33º) Porque quieres experimentar por ti mismo qué se siente al tener 25 enfermos a tu cargo.
34º) Porque cuando entras al turno a las 22h, nadie sabe lo que te deparará la noche.
35º) Porque voy a tener suministro de opiaceos y condones gratis toda mi vida.
36º) Porque todos os acercáis a mi para preguntarme qué es lo que podéis tomar, y yo quiero invertir mis ahorros en alguna empresa farmacéutica.
37º) Porque cuando los amigos y yo vamos de picoteo, y tengo mucha hambre, comento alguna incidencia del trabajo, y todo el mundo deja de comer de inmediato, con lo que yo puedo aprovecharme.
38º) Porque me encanta entrevistar a los ancianos sobre su rol sexual e imaginar fórmulas para mejorarlo.
39º) Porque es toda un experiencia trabajar en las prácticas para que le paguen a otro…
40º) Porque mola quedarse con la gente al decir que eres DUE.
41º) Porque después de manipular durante dos semanas a un paciente a todas horas, y de todas las maneras posibles, un día llegas por la mañana y te encuentras con que su habitación está en aislamiento total, con diagnóstico de SARM, y eso te hace saltar lágrimas de… emoción.
42º) Porque padezco un Trastorno Obsesivo Compulsivo por la higiene de mis manos, y en esa profesión, paso desapercibido (y además me pagan incentivos por hacerlo).
43º) Porque no tengo que preocuparme por la ropa que llevaré al trabajo, y tanto el blanco como el verde… me favorecen.
44º) Porque yo lo valgo.
pies en polvorosa
Los matices de gris son el verdadero color de la vida… que nadie se engañe.
Pocas cosas acaban más rápidamente con la paciencia alguien, que quienes sólo saben escurrir el bulto echándole la culpa a los demás de sus problemas, o quienes se consideran ellos mismos culpables por todo lo que les pasa; esto es particularmente cierto en las rupturas de pareja.
¿Realmente crees que cuando lloriqueas a tus amigos diciendo lo cabrón/a que era tu ex alguien te hace caso?… ¡Nooooooooooooo!, lo que realmente está pensando el otro es:
a) Menudo tostón… no recuerdo cuánto tiempo establece el código de las buenas maneras, antes de mandarle al carajo.
b) Uhmmm, su ex está libre… es el momento de ir a por él/ella.
c) Vaya, está libre y es vulnerable, pongamos el piloto automático y emborrachémosle para ver si por lo menos aguantar este rollo, se compensa con un buen revolcón.
d) Bienvenida/o a tu nueva situación… por cierto, aléjate de mi pareja.
e) Necesitas un psicólogo, un confesor o apuntarte a clases de boxeo… en cualquier caso, olvídate de mi para volver a ir a tomar café hasta que recobres el juicio.
Del mismo modo, la actitud contraria tampoco te va a granjear la simpatía del otro… en cualquier caso, eres un coñazo de la peor especie, ¡espabila!.
La verdad que se esconde tras este rollazo, es que ni tú eres una víctima de tu ex, ni ya se lleva lo de azotarse, o tatuarse la palabra «culpable» en la frente; si eres mayorcito/a como para irte a la cama con alguien, intercambiar fluidos y hasta de reproducirte y traer a este mundo a un ser con tu miserable carga genética, también va siendo hora de que entiendas que los blancos y negros no existen… solo los tonos de gris.
Para ilustrar esta reflexión, uno de esos correos basurilla que me llegan a diario, y que he leído únicamente por venir de quien me lo envió (si tú, pero no abuses o te pondré en mi lista de «ignoradosportocapelotas»).
Querido esposo:
Te escribo esta carta para decirte que he decidido dejarte, por el bien de los dos.
He sido una buena mujer para ti estos siete años, y sin embargo no puedo decir nada bueno que me haya tocado a mi; para colmo de males, estas dos últimas semanas han sido un infierno:
Hoy, tu jefe me llamó para decirme que habías renunciado al trabajo y eso fue lo último que pude soportar.
La semana pasada, viniste a casa y no mencionaste nada acerca de mi corte de pelo, ni del arreglo de mis uñas; cociné tu comida favorita y hasta estrené un nuevo camisón, pero tu, llegaste a casa, cenaste en dos minutos y te fuiste directo a la cama después de ver el partido de fútbol.
Ya nunca me dices que me amas y tan siquiera me acaricias, así que o me estás engañando con otra o ya no me quieres.
De cualquier manera, me quiero ir y te abandono, puedes disponer como mejor te convenga de los bienes gananciales, ya que después de todo… aquí la única que trabaja soy yo.
P.D. No trates de buscarme. Tu hermano y yo nos mudamos a vivir juntos.
Que te vaya bien.
Firmado,
Tu ex-esposa.
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Querida Ex-esposa:
No sabes que alegría me ha causado recibir tu carta.
Es verdad que tú y yo hemos estado casados 7 años, aunque eso no significa que hayas sido una buena mujer, todo lo contrario.
Verás… yo veo tantos partidos de fútbol, aunque detesto el deporte, para tratar de ahogar el aburrimiento que me causan tus constantes quejas y malas actitudes.
Claro que noté que te habías cortado el pelo y la primera cosa que me vino a la cabeza fue «¡¡¡Joder, si parece un hombre!!!»… pero mi madre me enseñó que si no puedo decir algo bueno de alguien, es mejor no decir nada.
Cuando cocinaste mi plato favorito, debiste haberme confundido con mi hermano, porque yo dejé de comer cerdo hace casi 7 años, cuando tu puñetera manía de dejar la carne semicruda, me costó una infección por trichinella.
Me fui a dormir cuando te pusiste ese camisón, porque la etiqueta con el precio todavía estaba pegada a la prenda y recé pidiendo que fuera coincidencia que mi hermano me pidiese prestados 50 euros esa misma mañana, cuando la etiqueta marcaba 49,99.
No obstante y como todavía te amaba, pensé que aún podíamos resolver lo nuestro así, que cuando descubrí que había sido el único acertante de la loto de diez millones, renuncié a mi trabajo para tener todo el tiempo para ti, y además compré dos billetes para Jamaica, pero cuando llegué a casa, tú ya te habías marchado.
Todo ocurre por una buena razón, eso creo, así que espero que tengas la vida que siempre deseaste y mereces.
P.D. Mi abogado dice que gracias a la carta que me dejaste, no recibirás ni un céntimo, así que cuídate mucho.
Firmado,
¡¡¡Rico y Libre!!!
cortando huevos se aprende a capar
Un día mi hermana mayor me comentó que cuando era niño y vivíamos en un piso de estudiantes en Gerona, para dormirme rechazaba los clásicos cuentos infantiles y pedía «el del niño que se cae de un árbol y se hace sangre»… con eso y con todo, las agujas siempre me han causado un gran respeto, o como suelo decir, no es que el mio sea un gran pellejo, pero es todo mio y me ha de durar toda la vida.
Ayer le estropee la comida a varios amigos contándoles lo que estoy viendo en las prácticas, y aunque cansado, estoy disfrutando con todo lo que estoy haciendo en la planta; necesitaba verificar por mi mismo que el sueño de hacer enfermería no tropezaría finalmente con la crudeza de atender a seres reales, de carne y hueso, que sufren y que están totalmente indefensos.
Creo que tengo mucha suerte por estar en mi primera rotación donde estoy, ya que tanto la enfermera como la auxiliar a las que estoy asignado, son fabulosas, están ambas en un turno fijo de mañana, y forman un buen equipo; cuando alguien me pide algo, la primera saca las uñas, pone voz de falsete y dice algo así como «este es mio, mucho cuidadín y déjadmelo en paz», y yo, encantado de ser un alumno objeto, me pego a ella como una lapa y no digo que no a nada, que cuanto más pueda experimentar ahora, con la seguridad que da estar bajo la supervisión de alguien competente, infinitamente mejor para cuando tenga que volar solo.
«Mi paciente», con quien no he podido cruzar una sola palabra, tiene una traqueotomía, nutrición enteral, sonda vesical, múltiples UPP, edema generalizado, y es totalmente dependiente… pero hoy, después de asearle, hacerle los patucos, aspirarle las secreciones, cambiar la botella y cebar la bomba, curar las úlceras y realizarle sus cambios posturales, volví a dedicarle unas palabras de aliento pronunciando su nombre mientras le acariciaba la cabeza… y por un momento me miró directamente… se que está prisionero de su cuerpo, pero su esencia permanece… hoy más que nunca, vuelvo a comprometerme con mi sueño de ser algún día enfermero.
Y ahora, los minutos musicales frikis patrocinados por mi amigo fidojones, el que jamás lee este blog, pero que no para de sugerir enlaces de interés.
de todo un poco
El miércoles nos hicieron el Test de Mantoux; 16mm delatores (con 5mm bastaban), me otorgan el privilegio de una placa de tórax y valoración por el servicio de medicina preventiva. Lamento la baja calidad estética de la fotografía en general, pero en mi descargo diré que cuando buscaron un lugar para la punción, su intención fue la de localizar la zona más libre de pelo lo cual, dicho de paso, limitaba dramáticamente las opciones, y hubo que conformarse con eso, o montar un show de consecuencias impredecibles.
En otro orden de cosas, esta noche unos cuantos compañeros iremos a ver una peli de estreno, y mañana de cena a un chino… y lo que surja. Uno comienza a plantearse que se está volviendo un autista social en las siguientes circunstancias:
a) La peli en cuestión ya ha sido descargada y vista con anterioridad.
b) Lo más parecido a un chino que recuerda, es un motorista que le lleva la comida a casa.
c) Comparte sus planes del fin de semana no con un amigo, sino escribiéndolos en un Blog.
d) La idea de «lo que surja», va relacionada con volver a casa a dormir no demasiado tarde.
e) Todas las anteriores son ciertas.
Ayer por la tarde, en medio del examen, una pregunta relacionada con el ruido, y más particularmente una de las opciones de respuesta, me arrancó una sonrisa… me encanta encontrar destellos de humor en lugares inverosímiles, ya sea un humor sencillo, una reivindicación camuflada, o la expresión fugaz de una sonrisa del alma; gracias, siempre es agradable detectar esos destellos.
educación sexual en la Edad Media
Y yo me pregunto…. en aquella época, cuando el VIH no era más que algo parecido a un número romano mal escrito y los embarazos se saldaban con un oportuno casamiento o el rápido ingreso en una orden religiosa… ¿en qué consistiría una charla de educación sexual?… creo que podría ser algo así…
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Oídme todos, pues yo proclamo que los príncipes azules no existen desde que en el reino decidieron desterrar el machismo que encubría el uso de los colores para distinguir los sexos… las mallas se abandonaron por razones más prosaicas… pesaban demasiado y dificultaban la micción.
Si hemos de ser estrictos y ceñirnos a la realidad, tan siquiera pasaban demasiado tiempo rescatando princesas o luchando contra dragones… lo cierto es que durante sus correrías, y nunca mejor dicho, gustaban de yacer junto a las damas mientras que un juglar, ponía a su disposición la melodía propicia para que la batalla amorosa no perturbase el descanso del resto de los habitantes del castillo.
Eran, por otra parte, doctos en el arte de despojar de capas, enaguas, encajes y miriñaques a la princesa más vestida en un tiempo prudente, y digo prudente y digo bien, pues de todos es conocido que en el arte del desvestir radica también el goce del placer anticipado; por todo ello, se aplicaban en ir descubriendo poco a poco a su amante, no sin antes prodigar el debido homenaje de besos y caricias a una piel tan blanca, como poco acostumbrada a tales atenciones.
En una época en la que el estrés no se había inventado y la paciencia era considerada una virtud, se cultivaban también una suerte de prácticas en las que el caballero demostraba una gran pericia y control, ya que aplicando su cuerpo junto al de la princesa, se entregaba a una suerte de juegos en los que ella era el centro de atención; en dicha actividad, invertía un tiempo indeterminado, pues de todos es conocida la relación que existe entre una buena técnica, y el futuro acceso a la alcoba, facilitado por la oportuna aparición de una trenza o escalera de cuerda, dispuesta a tales efectos; por todo ello, nos detendremos en este punto, haciendo mención al primer manual del que tenemos constancia, en el que se describen estas y otras técnicas habituales de la época:
El buen caballero se encontrará, como decimos, tumbado junto a la princesa, enfrascado en localizar el punto más sensible de la misma, y concentrado como está en la respiración agitada de ella, acompañará cualquier movimiento involuntario que se produzca, con otro propio, sin descartar en ningún momento demostrarle con ligeros roces, susurros o lenguaje explícito, lo placentero que para él mismo resulta dicha situación, y procurando en la medida de lo posible, que si la intensidad del momento se acerca peligrosamente al clímax, las caricias se suavicen, dejándole tiempo a recuperar un poco la compostura y permitiendo que el rubor deje de aflorar a sus mejillas, antes de volver a insistir, pero sin abandonarla nunca a su suerte.
Cualquier regla escrita sería estéril si llegados a este punto, el caballero no entiende que cada princesa es diferente, y, por tanto, la dulce tortura será individualizada, pero en todo caso, aplicar la regla general de que siempre cabe prolongar el juego unos instantes más, para lo cual será menester que ella sepa esperar o, a falta de su paciencia o colaboración, el caballero muestre el suficiente autocontrol como para no ceder a la tentación prematuramente.
Llegado es el tiempo de lanzar unas monedas extra al juglar para que se aplique en elevar su voz una octava y rasgar con más ímpetu el laud, ya que tras disponernos sobre ella, y tras un instante de dulce confusión, que aprovecharemos para disfrutar durante unos segundos en la contemplación del cuerpo que nos aguarda, cubriremos a la dama con el nuestro propio, y confiaremos en que la sabia naturaleza nos guíe hacia su cálido y húmedo interior, lentos pero firmes, sin prisa pero sin pausa, disfrutando del leve arqueo de su espalda, del aroma de su piel, de los nuevos gemidos que nos regale, y de la dulzura de unos ojos que, a buen seguro, por mucho que intenten mantener nuestra mirada, se perderán regularmente en unos parpadeos incrédulos y acompasados al ritmo de un placer que ya intuyen, dulce e insoportable.
Es por tanto menester haber previsto una lámpara de aceite que nos permita recrearnos en tan hermoso espectáculo, mientras nuestros embites surten el efecto deseado.
Tiempo ha de que el caballero demuestre su maestría en el arte del trote ligero, pero sabed que de igual modo se llega al destino con un paso más lento y pausado, dejando una huella más profunda e imperecedera también, a la vez que de tanto en tanto, resulta inclusive de interés para ambos, detenerse por unos instantes, pero sin perder la senda trazada.
Resulta gratificante el placer compartido, no obstante no nos empeñaremos en alcanzarlo… más bien nos ocuparemos de que la dama quede satisfecha, ya que sufrir el martirio de dejarse una melena tan larga como para facilitarnos el acceso a su ventana, es motivo más que suficiente como para compensarla sobradamente, además, y creedme, pocas hazañas superan la de, toda vez satisfecha, dedique toda su atención en colmaros a vos, para lo que a buen seguro, si habéis sido diestros en su satisfacción, se aplicará con la mejor de las disposiciones, permitiendo que toméis plena posesión de su persona, y por un instante, os sintáis tan vulnerable, cansado y dichoso, que hasta el más torpe de vuestros enemigos podría daros muerte mil veces.
Miradla entonces feliz y orgullosa, sabedora de que en su interior atesora el fruto de vuestro esfuerzo, y no dudéis en abrazarla entonces, pues abrazáis a la niña, a la madre, a la esposa, a la amante, y tomad aliento nuevamente sin entregaros al sueño, pues ya descansaréis en la tumba, no ahora, cuando lo que celebráis es la vida.
Fdo.: Merlín, enfermero del reino.
hagámonos un cine
Ni exámenes, ni trabajos, ni exposiciones, ni talleres, ni seminarios, ni las prácticas, ni las visitas programadas, ni portafolios, ni cualesquiera otra forma de intentar hacer que los días tengan 30 horas, impedirá que siga disfrutando de una buena película siempre que me apetezca… si no tengo mi tiempo para el desayuno, siempre me quedará el baño y el portátil (si no hay papel no es por falta de mantenimiento, es para evitar las sucias tentaciones).
El que durante la peli no ha tenido tiempo de hacerse un lavado social de manos previo a orinar (luego repetir la operación), de pasar un cuestionario para el trabajo de investigación, de repartir unos condones mientras improvisa para dar una charla de fomento de la salud a la fila de los mancos y de analizar el valor nutricional de las palomitas del kiosko para confeccionar una dieta personalizada, no vale para esto… o dicho de otra manera… «Buscáis la fama, pero la fama cuesta, y aquí es donde vais a empezar a pagar, con sudor» -me suena a serie de los 80-.
ocurrencias de media noche
Hay veces en las que uno consigue oír a otro sin juzgar, sin dejar que sus propias ideas interfieran en ese acto de comunicación; eso me ha ocurrido hoy, cuando una persona a la que aprecio me dijo que salía con un chico pese a que él era un crápula, porque decidió aceptar la situación cuando se dijo «la mía es una apuesta a largo plazo, ya que cuando él se canse de picotear, yo estaré ahí». En un mundo en el que nadie está dispuesto a pasar por la «humillación», seguro que son mayoría los que piensan que esa persona tiene un velo en los ojos o una baja autoestima… nada más lejos de la realidad, creo que hace falta ser de una pasta muy especial, tener las ideas muy claras o querer en el más amplio sentido de la palabra, para llegar a esa conclusión… y es que aunque mi amiga es muy dulce, realmente creo que es una de las personas con más fortaleza que conozco.
Esa fortaleza y esa sinceridad, muchas veces se pierde en una relación «normal», bien sea porque uno se acomoda, deja de comunicarse, o da por hecho que el otro siempre estará ahí y deja de luchar cada día por mantener viva la llama… sea como fuere, parece que hay veces que puedes ser tu mismo e ir a tumba abierta con un amigo, pero no con una pareja, y eso es terrible.
Y ahora, como no, la moraleja:
Nos hemos rodeado de tópicos -te quiero tal como eres- y de ritos -en lo bueno y en lo malo-, y a fuerza de repetirlos, nos hemos olvidado de la verdadera esencia que se esconde tras esas palabras…, así que hoy las reivindico y digo que «te quiero tal como eres», y que espero que nunca tengas que recurrir a un extraño para contarle algo o a callar, porque entonces, aunque creas ganar… ya habrás perdido.
Una de las mejores cosas del celibato, es que hay veces que te sientes como un ser divino, y llegas a tocar por un instante el alma de las personas, y aunque el sexo es gratificante… esto lo es aún más.